En 1612 se funda la Parroquia de Santa Úrsula Mártir, un hito que marcaría la historia del hermoso paraje conocido hasta ese entonces como “Fuente de Chimaque”. Este espacio se convirtió desde muy pronto en una zona de paso, un “puerto”, que conectaba el Valle de La Orotava con Tacoronte y Acentejo.

Santa Úrsula ha sido la mezcla de dos comarcas, donde los señores de La Orotava tenían sus tierras y dejaron su forma de vivir, pero que convive con el clima de una zona privilegiada, que hunde sus raíces en las particiones de Acentejo tras la conquista.

Pueblo que se ha convertido, a lo largo de los siglos, en una tierra única de grandes variedades agrícolas, sobretodo de vino, que posee grandes y únicos rincones donde perderse como la Costa de Acentejo, el Bosquete de los Sanguinos o sus hermosas bodegas y guachinches. Como no resaltar esos días señalados, sus Fiestas Patronales en honor a “la Señora Santa Úrsula”, que hacen muestra del lugar.