Estimados vecinos y vecinas de Santa Úrsula: Hay un mes muy especial para nosotros los santaursuleros: el mes de octubre, en el que celebramos las fiestas patronales en honor a Santa Úrsula, Virgen y Mártir, y Nuestra Señora del Rosario. Además de por las fiestas, este mes tiene una gran carga emocional para mi familia por diversos motivos, algunos comunes a muchos de ustedes si tienen tradición viticultora. Ahora, estas fechas quedarán para siempre en nuestra memoria, pues he aceptado un regalo inesperado cargado de un gran honor y de mucha responsabilidad: ser pregonero de las fiestas de este año 2022. Aún hoy, en el momento de escribir estas primeras palabras, he de confesar que estoy un poco abrumado, pues nunca imaginé encontrarme en esta situación.

Aceptado el reto y para aquellos que no me conozcan, les diré que tuve la suerte de nacer en Santa Úrsula hace casi 50 años. Mi padre desempeñó varios oficios, pero principalmente fue agricultor y bodeguero: Francisco Ruiz, más conocido por Panchín. Mi madre es maestra, ya jubilada hace años, Concepción Fernández, más conocida como doña Concha, especialmente en la Corujera, donde dio clases a varias generaciones. Ambos santaursuleros, no sólo ligados profesional sino también religiosamente a nuestro pueblo. Ellos me dieron la oportunidad de cursar estudios y formarme sin perder de vista nuestras raíces.

Siempre he estado muy ligado a la agricultura y la docencia. Así, recuerdo alternar los estudios de Medicina con las labores en el campo, principalmente en la viña y la bodega, con mi padre y mi hermano Leonardo, donde

ninguna facultad y que tan importantes son para la vida. Aquí me casé y he tenido a mis dos hijos. Vivo cerca de la costa, en la zona conocida como Lomo Román, muy cerca del Charco del Negro donde surgió mi otra pasión, la pesca deportiva. Mi abuelo Francisco Fernández, don Paco, ya bajaba a pescar viejas con caña fija antes que yo, y algo se debió heredar.

Con las competiciones y con mi profesión he llevado con orgullo el nombre de Santa Úrsula por toda la Península y por media Europa, donde he presumido de paisajes, de montes, de mar, de agricultura, de deporte, de cultura, de gastronomía, de gente, de fiestas, de… todo. Son muchas las bondades y posibilidades de este pueblo donde vivimos. Cuidemos entre todos lo que tenemos, que es mucho y bueno.

Las fiestas son una oportunidad para el reencuentro, la convivencia, disfrutar de nuestra cultura y tradiciones, compartir muchos momentos con familia, amigos, vecinos… Podrán encontrar aquí un amplio programa de actividades culturales, deportivas, lúdicas, etc., también nuestros tradicionales actos religiosos. Por ello, les animo a participar y les deseo unas felices fiestas. ¡Viva Santa Úrsula!